El senador Gerardo Fernández Noroña rompió en llanto durante una transmisión en vivo desde Palestina, declarando que “no vine de paseo” y defendiendo su presencia como un acto de “solidaridad”, mientras su gira genera críticas por gastos y prioridades contrastantes. El Universal
Con lágrimas visibles, denunció la situación del pueblo palestino y reclamó que “no tienen derecho a existir para algunos señores poderosos”. Mientras tanto, en México se cuestionan sus viajes de lujo, su financiación y su relevancia política interna. ¿Humanitarismo o espectáculo?
La escena no sólo muestra emoción, sino desconexión: país con múltiples crisis y él compartiendo su “misión internacional”. Cuando el foco se va lejos, las preguntas locales se quedan sin respuestas.








