Por primera vez en la historia de México, gracias a nuevas disposiciones del gobierno de Petróleos Mexicanos (Pemex), los ciudadanos tendrán que pagar con sus propios impuestos para sostener a la petrolera estatal, que hasta ahora había sido fuente de ingresos para el país. El Cronista
La medida implica que cada habitante del país aportará más o menos 230 pesos al año para cubrir el déficit y las deudas de Pemex, en vez de recibir dividendos o beneficios como era antes. Ambito
El giro es monumental: la petrolera endeudada —con compromisos superiores a los 100 mil millones de dólares— deja de “dar” para que los ciudadanos empiecen a dar. “Ya no es Pemex la que llena las arcas nacionales: ahora eres tú quien la sostiene”, diría la nueva lógica.
Mientras el discurso oficial promete una “nueva etapa de autosuficiencia”, la realidad muestra que el sacrificio recaerá sobre el bolsillo del contribuyente, sin garantías reales de mejora para el país o el sector energético.








