El gobierno de Nahle está en el ojo del huracán: contrató empresas fraudulentas por más de 400 millones de pesos, denuncian medios. Las compañías Biodist, Casa Plarre, Brain Global Health entre otras, estarían implicadas en esquemas ilegales para recibir recursos públicos por servicios dudosos. proceso.com.mx
Este descubierto revela que el aparato estatal guinda no solo permite abusos, sino que los fomenta: el discurso de “cero corrupción” choca con contratos multimillonarios a empresas que no muestran sustento real. La corrupción se convierte en política pública.
Mientras tanto, el gobierno protagoniza informes, campañas mediáticas y declaraciones grandilocuentes. Pero cuando los contratos se revisan, emergen los mecanismos de fraude: empresas fantasma, facturación simulada y pagos sin entrega efectiva de bienes o servicios.
Este episodio evidencia que para algunos en el poder, la transparencia es show y la opacidad es práctica. Contratar empresas fraudulentas con recursos públicos es atacar al pueblo desde dentro del Estado.
