El caso del huachicol fiscal empieza a tambalear—y no por el Gobierno, sino por jueces que frenan detenciones claves. Mandos de la Marina implicados en la red han conseguido amparos y suspensiones judiciales que obstaculizan la acción de la Fiscalía. latinus.us
Aunque Morena impulsó reformas judiciales con discursos de “cero privilegios”, esas leyes no han tocado a los suyos. Los jueces han admitido amparos para figuras como los hermanos Farías Laguna, sobrinos del exsecretario de Marina, quienes están entre los señalados por liderar el contrabando de hidrocarburos con respaldo militar.
El más reciente ejemplo: el vicealmirante Manuel Roberto Farías promovió un amparo contra su vinculación a proceso. Mientras tanto, la FGR acusa que el esquema operaba en aduanas bajo cobertura militar, con funcionarios aduanales y marinos colaborando estrechamente.
Este entramado judicial revela que la “mano firme” contra la corrupción tiene fisuras profundas: cuando los implicados son del círculo guinda, la ley se convierte en laberinto. Y los jueces, antes filtros de justicia, hoy actúan como barreras para evitar que los más poderosos caigan.








