Ante el Palacio Nacional se levantó una protesta con claro olor a contradicción: ex-operadores de pipas de Pemex exigen ser recontratados por el gobierno que presume “cero corrupción, cero impunidad”. Los manifestantes acusan despidos injustos y falta de cumplimiento a contratos previos.jornada.com.mx
Lo que debería ser reproche al pasado se convierte en espejo del presente: Morena reclama justicia social, pero estos operadores denuncian que el trato hacia ellos fue de abandono y traición. El símbolo es brutal: frente al símbolo del poder nacional, ex trabajadores exigen lo que el Estado les debió.
Esta movilización no solo refleja su reclamo laboral: exhibe la inconsistencia del discurso oficial. Si el gobierno habla de estabilidad, equidad y regeneración, ¿por qué abandonar a los que movieron combustibles para sostener al país? Las protestas frente a Palacio dejan claro que los discursos de “transformación” tienen vacíos profundos cuando afectan los bolsillos del pueblo.








