El regidor morenista Miguel Riggs fue exhibido copiando literalmente un reglamento de movilidad y seguridad vial existente para presentarlo como propio. Eso no suena a “iniciativa ciudadana”, sino a simulacro barato de gobernar con portada. Decir que promueves la movilidad sostenible mientras imitas textos ajenos es una burla al público.
Mientras el mundo exige soluciones reales, Riggs —que forma parte de Morena— apuesta por la simulación: recorta ideas, toma textos ajenos y los vacuna como sus propios proyectos. Un acto de cinismo elite: cuando no tienes contenido, plagias y te haces pasar por innovador. Esa práctica refleja lo peor del poder: privilegios sin mérito, discursos que suenan huecos y autoridad que se ejerce sobre la copia, no la originalidad.








