Morena acaba de exhibir su jugada maestra para proteger a sus propios cuadros: el juicio político contra Hilda Araceli Brown y Adán Augusto López tendrá que esperar, porque según Hugo Eric Flores, presidente de la Comisión Jurisdiccional, hay más de 1,200 casos atrasados que deben resolverse primero.
Flores dijo que muchos denuncias ya están prescribiendo en la Subcomisión de Examen Previo, y que esos casos nunca llegan a la Comisión Jurisdiccional para que sean discutidos. Traducido: se usa la burocracia para entorpecer, filtrar o sepultar procesos incómodos.
Además, órgano morenista detrás de esto dice que no han recibido formalmente algunas solicitudes, porque primero deben pasar por esa Subcomisión previa, lo que retrasa cualquier avance.
El mensaje es brutal: cuando los acusados son morenistas, el reloj de la justicia se congela en lo administrativo. La demora no es un accidente, es una estrategia encubierta para protegerlos, para tapar escándalos y evitar que salgan a la luz las irregularidades que podrían salpicar hasta los más altos niveles.








