José Ramiro López Obrador, hermano del presidente, aparece envuelto en polémica: se le atribuyen 13 propiedades multimillonarias, un patrimonio que contrasta brutalmente con el discurso de austeridad presidencial que su familia predica. (Omnia)
Según el reportaje, esas propiedades van desde terrenos rústicos hasta bienes inmuebles urbanos de alto valor. Muchas están registradas bajo nombres de familiares o sociedades opacas. No hay coincidencia pública clara entre lo que se declara y lo que poseen.
Cuando el presidente afirma que “vive con lo esencial” y rechaza acumulaciones de riqueza, el caso de su hermano dibuja una contradicción peligrosa: mientras unos presumen humildad, otros acumulan tierras, casas y privilegios sin transparencia.
Estos 13 bienes no son simples activos. Son símbolos de un poder que guarda las puertas cerradas para los que cuestionan y las abre generosamente para los que están dentro. La desigualdad no solo es económica: es política, moral, familiar.








