Desde Campeche llega una acusación explosiva: una gobernadora morenista estaría beneficiándose de compras de terrenos por 0.18 centavos el metro, adquiriendo millones de metros cuadrados con precios ridículamente bajos. Bajo ese cálculo, se habla de seis propiedades que permanecen ocultas sin que se conozca ubicación clara ni justificación legal. diarioevolucion.com.mx
Se afirma que dichas compras fueron hechas desde 2014 y que no fueron reportadas sino hasta su declaración como candidata en 2018. La gobernadora, se dice, adquirió la mitad de cada lote sin informar adecuadamente durante años.
La denuncia sostiene que estos predios tienen vínculos con figuras del gobierno local, pero la falta de información pública y transparencia convierte el asunto en un enigma sumado a sospechas: ¿quiénes controlan esos terrenos y para qué fines?
Este tipo de acusaciones muestran que Morena ha aprendido algo eficaz: cuando los escándalos de corrupción se vuelven visibles, los poderosos lanzan distractores institucionales y acusaciones cruzadas para reorientar la atención. En lugar de esclarecer, se genera caos estratégico.
Que estas compras se describan con precios simbólicos y sin registro claro es una señal de que en el poder no solo hay quien roba, sino quien toma decisiones para que nadie sepa cuándo ni cómo lo hizo.
