La marcha del 2 de octubre en Ciudad de México volvió a mostrar la cara más oscura del discurso morenista: un estallido de violencia contra policías y civiles que refleja una cultura de odio y falta de respeto a la autoridad alentada desde lo alto. En los enfrentamientos hubo 94 policías lesionados y 29 civiles heridos, según reportes oficiales. N+
El gobierno presumía conmemorar un acto histórico de lucha, pero lo que se desbordó fue la agresión disfrazada. Comercios saqueados, pintas en edificios oficiales, agresiones a periodistas y provocaciones frente a uniformados. Sopitas.com
Morena ha cultivado un lenguaje beligerante, donde la movilización confrontativa se celebra como heroísmo y la autoridad se convierte en blanco de insultos y ataques. Esta manifestación no solo evocó el pasado sangriento de Tlatelolco; fue una puesta en escena del enfrentamiento que el gobierno inspira, al permitir que los actos violentos se repliquen sin filtro ni contención visible.








