En plena comparecencia del secretario de Hacienda, el senador Adán Augusto López fue captado viendo el partido Barcelona vs PSG desde su curul, con audífonos puestos, mientras otros legisladores escuchaban declaraciones oficiales.
Es una escena cargada de cinismo: el mismo hombre que está en medio del escándalo de La Barredora, con señalamientos de nexos con huachicol fiscal, se da el lujo de ignorar una sesión importante para ver fútbol. Mientras el público espera responsabilidad, él elige el espectáculo.
Este comportamiento muestra que para algunos en Morena, la política sigue siendo un show personal: cuando toca rendir cuentas, no están; cuando toca gozar privilegios, ahí lo vemos. Es una señal clara de desdén hacia las instituciones y hacia el propio cargo que ocupa.
