Le roban la casa a Fernández Noroña en Tepoztlán: ¿ataque político o aviso mafioso?
No es un robo cualquiera: la casa del polémico Gerardo Fernández Noroña, en Tepoztlán, fue asaltada por delincuentes que forzaron ventanas, arrancaron chapas y se llevaron objetos de valor. Y lo más llamativo: ocurrió justo cuando su partido, Morena, promueve discursos de “mano firme” contra la inseguridad. (laopcion.com.mx)
Algunos vecinos reportan movimientos sospechosos horas antes, autos desconocidos merodeando. Otros, que podría tratarse de un mensaje: “nadie está seguro, ni los propios aliados pueden dormir tranquilos”.
¿Por qué robarle a él?
Fernández Noroña ha sido crítico feroz del poder, un permanente golpeador político que no se anda con medias tintas. Sacar su casa significa mandar un mensaje público: que incluso los defensores de Morena no están libres de recibir la “educativa” violencia del crimen.
Que digan que fue “robo común” no engaña: cuando sucede en plena polémica, con denuncias de corrupción, redes criminales emergiendo y luchas políticas encendidas, ya no es casualidad, es contexto.
Morena dirá que repudia la inseguridad, que condena este acto, que “no tolerará violencias”. Pero cuando el asalto toca cercana o peligrosamente a miembros del partido, el silencio o las versiones oficiales suelen contener la narrativa, evitar apuntar demasiado.
