¿Verdad o puro teatro? Sheinbaum dice “no esconderemos a nadie”, pero la gente ya no le cree
La presidenta Claudia Sheinbaum salió con una promesa contundente: “No vamos a esconder a nadie, ni vamos a defender a nadie si es culpable” hablando del escándalo de Hernán Bermúdez Requena. Sin embargo, su cercanía con los involucrados políticos, las omisiones pasadas y la lentitud judicial hacen que los ciudadanos vean esto más como un acto de control de daños que una declaración de justicia verdadera.
Sheinbaum también reprochó que la oposición y los grandes medios cuestionen el caso, asegurando que en su gobierno “siempre habrá verdad” y que se aplicará justicia. Pero cuando se mira en retrospectiva, surgen preguntas incómodas: ¿por qué no hubo detención inmediata cuando ya había denuncias y pistas?, ¿por qué protección política para algunos, recursos para otros? El discurso queda vacío si no se ejecuta pronto y con transparencia.
Y claro, suena sospechoso que invoque la justicia como bandera justo cuando el escándalo involucra a gente del círculo político cercano: al senador Adán Augusto López Hernández, y otros actores vinculados. Mucha palabra, poca acción.
