Guardia Nacional abandona a pueblo bajo fuego para escoltar a la alcaldesa en paseo de lujo
El miedo se apoderó ayer de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, cuando estallaron balaceras en la zona y la Guardia Nacional brilló por su ausencia. ¿La razón? Sus cuatro unidades estaban ocupadas cuidando a la alcaldesa Ana Laura González, que disfrutaba de una ruta de vehículos todo terreno.
Mientras los habitantes corrían a refugiarse del estruendo de las balas, los uniformados dejaron el pueblo a su suerte, priorizando la seguridad de la presidenta municipal sobre la vida de la gente.
Desde hace meses, González cuenta con un operativo especial de protección, un lujo que contrasta con la cruda realidad de la comunidad: balaceras constantes, calles vacías y un ambiente de terror que nadie vigila.
La incongruencia es brutal: pueblo desangrado, alcaldesa blindada. Así, la Guardia Nacional confirma que su prioridad no es proteger a los ciudadanos, sino a los políticos.
