“Son propiedades chicas”, dice el hermano del expresidente mientras acumula 13 ranchos y casi 700 cabezas de ganado en Tabasco.
José Ramiro López Obrador, hermano del exmandatario Andrés Manuel López Obrador, intentó minimizar el escándalo por su millonario patrimonio rural, asegurando que “todo es fruto de su esfuerzo”. Pero sus palabras provocaron más indignación que calma.
El también conocido como “Pepín” López Obrador, figura política en Tabasco y cercano a la estructura morenista local, reconoció que adquirió las tierras entre 2010 y 2011, aunque no supo precisar si algunas compras se dieron durante el gobierno de su hermano.
“Yo no escondo nada, todo está declarado”, insistió, aunque su tono nervioso y las inconsistencias en sus fechas dejaron más dudas que certezas.
La declaración patrimonial del hermano del expresidente incluye 13 ranchos y 694 cabezas de ganado, una fortuna difícil de justificar para un funcionario estatal. Aun así, el tabasqueño desvió la atención culpando a “los poderosos” y a los medios por “fomentar” el tema.
Mientras la familia presidencial sigue acumulando propiedades y lujos, los mexicanos enfrentan una economía con más impuestos, menos apoyos y una austeridad que parece ser solo para el pueblo.








