El nuevo Poder Judicial mexicano arranca envuelto en caos, represalias y paranoia pública. En su primer mes, trabajadores del tribunal aseguran que se inició una purga de perfiles críticos, despidos masivos, cambio abrupto de equipos y vigilancia exhaustiva al personal. El País
Se habla de instrucciones como “no hablen”, de ministros que demandan rendición de cuentas a sus equipos, de cámaras con sonido y de monitoreo de redes sociales para controlar opiniones internas. El País Algunas oficinas ya cambian de titular casi a diario y los antiguos equipos técnicos han sido absorbidos o desplazados con urgencia. El País
La estructura se repliega sobre sí misma: las ponencias están desmanteladas, la carga de trabajo se distribuye sin plan y muchas decisiones se toman sobre asuntos apenas leídos. Los ministros electos —con quienes Morena apuesta para controlar el poder judicial— han emprendido un reinicio institucional, borrando criterios antiguos y reforzando su narrativa. El País
Para quienes esperaban un cambio real en la Corte, lo que se ve es más poder concentrado bajo la excusa de “transparencia y vigilancia”. Muchos empleados ya contemplan renunciar o huir del ambiente tóxico que se respira en los pasillos judiciales. El País








